De Montecarlo a Venecia con Louis Vuitton

Los
que me conocen saben bien que algunas empresas me resultan una debilidad, una
de ellas es Inditex, y es que el amor que le tengo a Galicia, y a sus diseños
hace que los de Arteixo me toquen la fibra. Coca – Cola es otra de ellas,
porque es un ejemplo maravilloso de cómo se puede crear una multinacional
enormemente exitosa produciendo algo que no tiene ninguna utilidad real (lo sé,
los fines de semana por la noche es enormemente necesaria para tomar un
combinado tras otro).
 Louis Vuitton es, sin duda, otra de mis empresas
favoritas. Lo he dicho siempre, si vas a crear una empresa con el esfuerzo que
supone, intenta hacerlo en un sector con glamour, con ese toque especial que
hace de tus productos algo único… Y el lujo, si tiene algo es glamour. No
he conocido a nadie al que no le guste el lujo.

Pues
bien, en una de sus maravillosas campañas de comunicación, que como todas, es
una campaña de branding (me encanta como lo hacen estos señores), Louis Vuitton
organiza todos los años su famosa carrera de coches de época entre Montecarlo
y Venecia, la Louis Vuitton Classic Run. ¿Qué tiene que ver el mundo del motor
con el de la moda? En el caso de Louis Vuitton, todo. Pensémoslo por un
segundo, ¿en qué sector opera Louis Vuitton? en el del lujo, y este sector toca
muchas teclas, desde bebidas alcohólicas (como el Champán, por poner un
ejemplo), coches de lujo o como en este caso, preciosas joyas con historia,  hasta la moda y sus complementos, donde LVMH se mueve como pez en el
agua.

¿Qué
saca Louis Vuitton de este tipo de acciones? Repercusión mediática y, repercusión
de marca, o brand awareness, como
dicen los profesionales del marketing, de la comunicación y de las relaciones
públicas. Personalmente, quien gane esta peculiar carrera me da exactamente
igual, pero creo que es una manera buenísima de generar marca a través del
deporte. Para aquellos que no crean que deporte y marca puedan ir unidos, que
se lo digan a Red Bull… Me encanta encontrar empresas que hacen las cosas de
una manera diferente y única.

Infinity acelera al ritmo de Audi, Mercedes y BMW

Nissan lo tiene muy claro,
Infinity se ha hecho mayor y, aunque su volumen de producción no es tan
elevado como los reyes del sector de los automóviles de gama alta, los alemanes
Audi, Mercedes y BMW, ha llegado el momento de hacerles frente y de tratarse de
tú a tú.
¿Cómo piensan hacerlo? La tabla 1
responde, en parte, a esta pregunta.

TABLA 1

Planes de
producción de Infinity, 2012 – 
2019


*Fuente: elaboración propia a partir de datos procedentes del Diario
Expansión
Veamos las cifras por un momento.
Infinity pretende tener un crecimiento en sus ventas del 191% en apenas cinco
años, es decir, de un 38% de media anual ¿es posible? Consideran que lo
lograrán debido a su posicionamiento… ¿Y cuál es este? Los japoneses creen
que tienen hueco, ya que se dirigen a un público más «apasionado y
provocador». Nuestra pregunta es ¿qué quiere decir eso exactamente?
Además, creemos que se han olvidado de Lexus, que lo está haciendo de
maravilla, sobre todo en mercados durísimos como el de EEUU o los grandes de la
Unión Europea, donde han hecho un buenísimo trabajo los últimos años.
El producto que debe darlo todo y
lograr la mayor parte de las ventas es el nuevo Q50, que deberá competir con
modelos con una enorme implantación, el A4 de Audi, otro fortísimo competidor,
el Serie 3 de BMW y un auténtico clasicazo, el Clase C de Mercedes. La
previsión es que en Europa, el 70% de las ventas vengan a través del mencionado
Q50.
Ya veremos qué ocurre. Sin duda,
Infiniti son muy buenos coches, pero compiten con cuatro gigantes, Audi,
Mercedes, BMW y Lexus… Desde luego, no lo tendrán fácil. Desde Constanza
Business & Protocol School, estaremos 
al tanto de lo que ocurra en este interesantísimo y durísimo mercado.