McDonald’s se la juega con el desayuno

Juan Aitor Lago Moneo

Director del Departamento de Investigación

Constanza Business & Protocol School

 

McDonalds
Fuente: pri.org

McDonald’s lleva tres años con caídas en ventas, y eso es algo que, un gigante no se puede permitir. Lo cierto es que las cifras más preocupantes están llegando desde EEUU, su mercado principal, y a pesar de todos los cambios que se han llevado a cabo desde que surgieron estas preocupantes cifras, no se ha logrado dar la vuelta a la situación.

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Fuente: mcdonalds.com.au

Ahora, y tras, como no podía ser de otra manera testar esta nueva iniciativa (algo típicamente americano eso de testar las propuestas, y sin duda, una de sus mayores contribuciones al mundo de la empresa) en algunos puntos de venta del país, ubicados en las ciudades de San Diego y Nashville, van a ponerlo en marcha en todo el territorio estadounidense tras el OK mayoritario de sus franquiciados en este país. Parece algo sencillo, se trata de comercializar una gama de productos, que supone hoy el 25% de las ventas de la empresa en su mercado principal, a lo largo de todo el día, en lugar de hacerlo sólo hasta las 10.00. Sin embargo, el tema es algo más complicado de lo pudiera parecer. La empresa cuenta con más de 14.300 restaurantes en EEUU, y todos ellos cuentan con equipos que permiten hacer desayunos y hamburguesas, pero, una cosa tras, no se pueden hacer ambos tipos de productos a la vez, y este es el motivo por el cual, hasta ahora, sólo se servían desayunos hasta la 10.00. Y este es también el motivo por el que la compañía ha consultado a sus franquiciados si les parecía buena idea abrir este horario más allá de esa hora, hay que cambiar los equipos, por otros que permitan producir ambos tipos de productos a la vez, no uno tras otro.

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Fuente: cdn.noticiaaldia.com

Hay que tener en cuenta que cada restaurante McDonald’s es una pequeña fábrica que trabaja con productos semiterminados que adquieren de una central, al igual que tantas otras cadenas de restauración. Con este cambio, absolutamente comercial, y que busca objetivos comerciales, hay que cambiar todas y cada una de esas pequeñas fábricas, y, lógicamente, en el caso de los restaurantes bajo franquicia, este es un coste que corre a cargo del franquiciado, no de la compañía. ¿Qué inversión tendrán que hacer para este cambio? Entre 500 y 5.000 dólares por restaurante, según el equipo con el que cuenten, es decir, que puede suponer una inversión total de alrededor de 70 millones de dólares como máximo.

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Ejemplo de McDonald’s Breakfast. Fuente: mcdonalds.co.uk

Teniendo en cuenta que los clientes de McDonald’s son los que están pidiendo, desde hace tiempo, poder adquirir productos típicos del desayuno a lo largo de todo el día, una inversión de 70 millones de dólares, que van a acometer los franquiciados, para un mercado en el que venden miles de millones de dólares, tiene todo el sentido del mundo. ¿Mejorarán sus cifras de ventas con este movimiento? Lo más probable es que sea así, aunque, en cualquier caso, en mi modesta opinión, lo que seguramente está pasando en EEUU es un cambio de tendencia de consumo, relativamente fuerte. EEUU es un país en el que, a lo largo de todo el siglo XX, ya incluso durante el boom de la década de los 1920, el éxito empresarial se basaba en la estandarización del producto, y el mercado y sus consumidores se acostumbraron a ello, y abrazaron con gusto dicha estandarización, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora, lo que se está produciendo, hasta cierto punto, es un movimiento a la inversa, sobre todo en productos relacionados con el cuidado personal, como es el caso de la alimentación, ciertos consumidores estadounidenses, sobre todo aquellos con un poder adquisitivo medio – alto, buscan productos saludables, con un menor componente estándar, o que al menos, parezca más saludable, hecho en el momento, y personalizado. Quizá sea ahí donde resida la clave, en que parezca saludable y personalizado, sin duda un enorme reto para cualquier gigante, aunque, si algo nos ha demostrado McDonald’s es que es capaz de hacer cosas increíbles.

Coca-Cola pierde chispa

Algo está pasando en el mundo, algo que no se veía hace
tanto tiempo, que suena casi a ciencia ficción. Lo increíble, lo que ninguna
nos atrevíamos ni siquiera a imaginar, ha sucedido. Las ventas de Coca – Cola
están cayendo. 2013 supuso ya una caída en las ventas de la empresa, y en
febrero de 2014, su CEO y Presidente dijo a los inversores que no pasaba nada,
que 2014 sería el año de la recuperación… Lo cierto es que en 2014 las ventas
han vuelto a caer, lo mismo se espera para 2015.
Para que nos hagamos una idea de la situación, en los
últimos 2 años, las ventas de Coca-Cola han caído, ni más ni menos, un 15% en
EEUU, su mercado más relevante. ¿Qué está pasando? Parece que se está
produciendo un cambio, relativamente fuerte, en tendencias de consumo. El
consumidor lleva desde prácticamente principios del presente siglo buscando
productos saludables y mínimamente únicos. Lo industrial y masivo parece estar
perdiendo fuelle, y de hecho, eso parece estar pasando factura a marcas como la
propia Coca – Cola, Campbells o Mc Donald’s… Marcas fortísima durante la
segunda mitad del siglo XX, que han visto como los últimos 10 años, iban
perdiendo clientes de forma paulatina.
Muchos son los que creen que Coca-Cola debe diversificar y
depender menos de los refrescos, producto que parece pasar por momentos duros,
y lo peor de todo es que la tendencia en el futuro, al menos en mercados
consolidados, como podrían ser EEUU, Canadá, Japón o la Unión Europea, es que
el consumo de refrescos, vaya cayendo año tras año.
La estrategia diseñada por el CEO y su equipo, sin embargo,
se basa en mayor inversión en publicidad y distribución para aumentar las
ventas, las ventas de refrescos, claro está… ¿Funcionará? Quién sabe,
personalmente creo que las ventas aumentarán, lo que no sé es si aumentarán
tanto como para satisfacer los planes de la empresa. Quizá es verdad que hemos
llegado al tope de lo que puede dar el refresco como producto, y sea el momento
de diversificar hacia otros productos, como lo hizo ya en su día Pepsi con su
línea de snacks. Lo cierto es que los fabricantes de comida empaquetada no
están pasando por su mejor momento, y es que, se está produciendo un fuerte
cambio en el consumo de comida, con un consumidor cada vez más preocupado por
lo que come, por su calidad, sabor y contenido.
¿Es el fin del modelo de negocio de Coca-Cola? Por supuesto
que no, estamos hablando de una de las marcas más reconocidas del mundo. Lo que
ocurre, al igual que está pasando a Mc Donald’s es que tiene que encontrar una
nueva manera para llegar a este nuevo tipo de consumidor.

La burbuja de la hamburguesa

Si señores, lo han oído bien,
cuando apenas nos estamos recuperando de los efectos de la burbuja inmobiliaria
de las hipotecas subprime, parece que ha surgido una nueva, esta vez se llama
la burbuja de la hamburguesa. Lo cierto es que quien si se ha recuperado de su
burbuja inmobiliaria y de la crisis subprime, con un paro que no llega al 6%,
es EEUU. En España estamos empezando a ver la luz al final del túnel, aunque,
con más de un 25% de paro, aún nos queda un rato.
Sea como fuere, y volviendo a la
hamburguesa, ¿en qué consiste esta burbuja? Que nadie se preocupe porque no
creo que vaya a generar grandes turbulencias en los mercados financieros. Lo
que sucede es que hay quien piensa que las acciones de una empresa en
particular están sobrevaloradas, y que se está creando una burbuja con el
precio de esas acciones. Esa empresa es, por cierto, una cadena de
hamburguesas. Que nadie se alarme, no estamos hablando de Mc Donald’s, bastante
tienen con lo suyo (parece que las ventas no les están acompañando, aunque eso
lo trataremos en otro post), se trata de la empresa Shake Shack. Para aquellos
que no la conozcan, estamos hablando de la que dicen es la mejor hamburguesa de
Nueva York, y eso señores, son palabras, mayores. El ticket medio de sus
restaurantes, en total 63, es de 13 USD, una cifra muy elevada para tratarse de
hamburgueserías, y es que, al parecer merece y mucho la pena, hasta el propio
Presidente de los Estados Unidos es cliente de esta empresa fundada en el año
2001, y que ha decidido abrirse hueco en un mercado maduro, durísimo y enormemente competitivo.

¿Está el valor de sus acciones
sobrevalorado? Eso, sólo el tiempo nos lo dirá. Lo que está claro es que salir
a bolsa es una muy buena manera de financiarse para esta empresa que ha
decidido comerse el mercado estadounidense primero, para después, salir más
allá de sus fronteras. Por ahora, tranquilidad y a observar, y si alguien va a
Nueva York, que no se olvide de pasar por Madison Square Garden y tomarse una
hamburguesa en Shake Shack, seguro que merece la pena la espera.